En 2005 me tocó el viaje a  Noruega y con motivo de lo cual merece la pena contar de las impresiones que me  produjo el viaje y de las sensaciones que yo experimentaba en aquel momento. 
En particular, merece gran atención el viaje en tren que seguía la ruta  Flam-Myrdal-Flam.
De paso el tren quedó parado en un puente debajo del que  la cascada corre con fuerza y por tanto emite un tremendo ruido. Todos los  turistas, incluso yo, se bajaron del tren y se acercaron al extremo del puente  por contemplar la espectacular vista desde allí e inmortalizar aquel momento  grabando imágenes.
No encuentro palabras que puedan describir con  acierto esta pasada. Me encantaba y fascinaba esta vista desde el puente.  Grabando videos sentía y aspiraba el aire lleno de menudas gotitas de agua  helada que se posaban sobre mi ropa. Súbitamente escuché sonar una señal que nos  daba a conocer que subieramos al tren y prosiguieramos el viaje.
Durante  unas decenas de minutos, que necesitaban para ir desde Flam hasta Myrdal, me  dedicaba a grabar imágenes con mi cámara y sacar fotografías. A ambos lados se  podía ver por la ventana los espectaculares paisajes y por tanto yo no apartaba  los ojos a menos que el tren iba a parar reiteradas veces en un tunel. 
Al fin y al cabo el tren se paró por un rato en la estación Myrdal,  desde donde se veía las cumbres de montes vestidas de nieve y entonces yo  aproveche aquel momento para tomar fotos.
Siguendo la ruta Myrdal-Flam  el tren quedó parado una vez más junto a la cascada Chosfóssen y, como es  natural, los viajeros se bajaron de tren otra vez para alucinar de nuevo por la  espectacular vista de cascada.
¡Que pasada fue! Yo como por primera vez  me aproximé al extremo del puente para que pudiera contemplar bien el salto de  agua.
De repente escuché cantar una música triste que salía de lo profundo  de la cascada. Unos segundos después me dí cuenta de que la interpretaba una  mujer que se hallaba en una roca. La simpática señora fue vestida de rojo pues  parecía estar vestida con una manta roja. Durante su actuación se daba aparencia  de que esta chica se escondía tras una roca por un momento y despues salía de la  otra situada a unas decenas de metros. Al parecer actuaban varias chicas  vestidas exactamente igual como las gemelas.
Al interpretar “la obra” la  mujer se escondió. Unos segundos después se emitió la señal que subieramos al  tren.
Pronto el tren nos llevó a Flam.
Vale la pena notar que este  viaje fue inolvidable para mí.
Mi viaje a Noruega
SOBRE EL AUTOR
Mi nombre es Kirill Filiberto. Yo naci en Moscú (la capital de Rusia) en agosto de 1971. Desde 1981 hasta 1983 vivía con mis padres en Nicaragua. En cuanto a mis padres mi padre es nativo de Nicaragua, mi madre es nativa de Rusia. En 1983 yo me he trasladado a Rusia con fin de continuar mi estudio. En 1988 terminé la escuela y en 1989 ingresé a la Universidad Energética de Moscu.
 
 
 
 
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