En el umbral del golfo de México. La "perla de las Antillas" ha sido descrita en los términos siguientes por el geógrafo Fernando Ortiz "la vívida luminosidad de sus días y de sus noches, las líneas pintorescas de sus montañas y lomeríos, la irización de sus aguas marinas, la opulencia floral de sus grandes y fértiles valles, la gracia femenina de sus palmas y la pródiga tonalidad de sus colores en playas, selvas y cielos, la mantienen igual a los primeros días, como la tierra más bella que ojos humanos vieron, en frase de Cristóbal Colón . Cuba es una Andalucía americana, más libre de ideas y más epicúrea que la tierra de Séneca, donde la gracia sarcástica que es sal andaluza, se ha unido a la jocundidad de la raza negra, la más alegre del orbe, para darnos esa dicacidad popular que llamamos «choteo», consuelo de sinsabores, expresión de inconformidades, válvula de envidias, flagelo de soberbias, atenuación de todo pecado, disculpa de negligencias, encubrimiento de obstáculos, quebrantador de austeros, confortador de caídos, nivelador de desigualdades, filosofía mordaz de un Sancho mozo, que ya va siendo socarrón".
En los campos cubanos sobresalen las palmas. Son especialmente hermosas las palmas del cocotero (Cocos nucífera) y la del corojo (Cocos crispa); pero entre todas sobresale la palma real (Oreodoxia regia), que anima el paisaje con el penacho de sus pencas plumiformes (símbolo de la tierra cubana, recogido en el propio escudo nacional).
También como especie característica de los bosques cubanos debemos señalar las ceibas (Ceiba pentandra), árbol verdaderamente gigantesco.
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